En todas las artes, la composición se basa en las enseñanzas. El/la artista principiante, de hecho, necesita una comprensión completa de ellas para emprender un camino experimental que lo lleve a producir un trabajo satisfactorio y de buena calidad. A través de un entendimiento completo de las enseñanzas, el/la artista puede lograr un notable nivel de distinción en la forma en que se utilizan y manipulan para adaptarse a su individualidad. Todo esto, lo relacionaremos más adelante con la teoría del color y la guía cromática floral.
Todas estas enseñanzas y reglas a veces se pueden romper. En cambio, los principios fundamentales del diseño y las leyes operativas básicas no se pueden cambiar, pero que se pueden usar e interpretar de manera diferente en distintas ramas del arte y por diferentes artistas.
En cada arreglo floral es posible aplicar estos principios para dar una impresión y una calidad artística al arreglo que lo diferencia de un simple ramo de flores colocadas juntas en un jarrón.
Al tomar un puñado de flores y colocarlas en un jarrón, el resultado no es una “composición” floral, sino una agrupación floral aleatoria. Se puede, por tanto, hacer algo más: elegir las flores en función de su forma, tamaño, color y otros factores y transformar el arreglo floral en un auténtico “ramo”. He aquí donde queremos ahondar sobre la teoría del color y la guía cromática floral.
La teoría del color y guía cromática floral
¿La teoría de los colores en plantas y flores? Bueno, sí. La elección de los colores siempre es personal y cada uno tiene sus propios gustos, pero existen algunas teorías útiles sobre cómo mezclar los colores para obtener combinaciones armoniosas.
Muchos diseñadores utilizan la rueda de colores que se divide en colores primarios, secundarios y terciarios. Los colores primarios son rojo, amarillo y azul que, mezclados forman el verde, el naranja y el morado o los colores secundarios, mientras que los terciarios se forman mezclando colores primarios y secundarios adyacentes.
Partiendo de esta clasificación básica de los colores podemos abordar algunas claves de la teoría del color y guía cromática floral:
- Los colores exactamente opuestos en la rueda se denominan complementarios -por ejemplo, el amarillo y el morado son complementarios o el rojo y el verde- y cuando están uno al lado del otro dan una idea de exuberancia.
- En cambio, los colores adyacentes se denominan armónicos y dan una sensación de orden, por ejemplo, púrpura, rosa, verde o amarillo y naranja claro.
- Los esquemas de colores triádicos corresponden a tres colores igualmente espaciados en la rueda: verde, naranja y morado, por ejemplo. Los tonos contrastantes aún pueden ser atractivos. Un buen ejemplo lo encontramos en las tonalidades otoñales de los arbustos: el verde, el naranja y el morado son muy fáciles de encontrar gracias al color de las hojas.
Un ejemplo de una combinación exitosa según la teoría del color y guía cromatica floral lo puede dar la combinación de campanillas malva pálido, phlox púrpura oscuro y geranios de color rosa intenso. Obteniendo, de esta forma, un equilibrio perfecto de tonos malva y rosa para la teoría del color.
– Los colores y el estado de ánimo
Los colores puros y saturados suelen ser más intensos, mientras que los colores combinados son más suaves. ¿Cómo usar los tonos pastel? Como colores de transición entre colores puros más fuertes y para mezclar varios.
El color también puede transmitir un estado de ánimo o un mensaje y contribuirá en gran medida a determinar el estado de ánimo de tu jardín o de tu ramo. Los tonos y colores cálidos como el naranja, el amarillo o el rojo dan sensación de alegría y vivacidad mientras que los colores fríos como el azul cielo, el rosa pálido o el malva producen serenidad.
Una buena idea puede ser usar colores cálidos cerca de la casa y tonos más fríos en un área sombreada al final del jardín. Otra idea podría ser alternar colores a medida que cambia la estación: narcisos y tulipanes brillantes en primavera, seguidos de azules herbáceos de verano, púrpuras, rosas pálidos y blancos y luego lucir un color extravagante de hojas en otoño.
– La atención
El color también se puede utilizar para llamar la atención sobre un elemento o zona del jardín, creando contraste entre las plantas para aumentar su visibilidad. Por ejemplo, si tenemos flores naranjas, se pueden resaltar con un fondo de color recesivo (verde o azul).
O bien, puedes combinar colores cálidos y fríos, en los que los colores fríos actúan como fondo de los cálidos, resaltándolos. Un truco para engañar a las distancias es, en cambio, no utilizar colores cálidos en el fondo del jardín porque producirán un efecto visual de acortamiento del espacio, mientras que los colores pálidos lo harán parecer más largo.
– Cantidad de luz
La forma en que percibimos los colores también depende de la cantidad de luz que reciben las plantas y las flores. Los colores de las, plantas de una zona expuesta al sol son más brillantes y vivos, mientras que en las zonas de sombra se notan más los colores blancos y más suaves.
Los colores pálidos son más notorios por la mañana y por la noche y desaparecen al mediodía. Por estas razones, es bueno que evalúes qué momentos disfrutas más del jardín.
Normalmente es la propia naturaleza la que elige por ti. Muchas flores de colores cálidos crecen mejor al sol, mientras que las plantas del bosque que tienen colores blancos o pastel crecen mejor en áreas sombreadas.
– Crear una secuencia de colores anual
Al elegir las plantas para tu jardín, es importante que tenga en cuenta las flores. Especialmente en jardines pequeños, donde las plantas están siempre a la vista, es bueno mantener alto el interés cromático en todas las estaciones.
Se deben considerar las características de cada planta: tamaño, porte, forma de las hojas, colores, flores y frutos. Si deseas tener colores brillantes durante todo el año, concéntrate en los árboles de hoja perenne.
Conclusiones
Un buen diseño floral, al fin y al cabo, nunca resulta de un proceso aleatorio de composición, sino de una cuidadosa reflexión y planificación. Tanto en la fase de planeación como en la realización práctica, la teoría del color y guía cromática floral ayudan a conseguir el objetivo en cuanto a la función y el aspecto visual de la composición.
En arreglos florales la teoría del color y guía cromática final debe ser aplicada en cualquier buen trabajo, pero su importancia relativa puede variar. Se producirán, por ejemplo, resultados fallidos si los principios no se han aplicado o no se han observado en su totalidad. Sin embargo, debemos recordar que la guía cromática contempla fundamentos, no reglas estrictas, de modo que solo no orientan para alcanzar nuestras metas. La variación personal en la aplicación de los principios del color es el campo donde se expresa la individualidad del artista.
